Existen factores de riesgo en el desarrollo de esta enfermedad:
- Estrés, que puede causar irritación de la pared de la vejiga, y de ahí: inflamación, dolor...
- Raza, determinadas razas son más propensas a formar determinado tipo de cristales y/o cálculos.
- Contenido mineral de la comida.
- Consumo insuficiente de agua.
- Orinar con poca frecuencia, debido a obesidad, falta de ejercicio, suciedad de la bandeja, estrés...
- Enfermedades concurrentes, como enf. hepáticas, diabetes, infecciones bacterianas.
- Anatomía anormal del tracto urinario.
Una vez diagnosticada la enfermedad y pautado un tratamiento, deberemos actuar también sobre esos factores de riesgo mencionados antes:
- Seguir la dieta prescrita por el veterinario, y no añadir ningún "extra" fuera de la misma.
- Aumentar el consumo de agua, por ejemplo colocando más bebederos en distintos lugares de la casa, dejando agua limpia en el fondo de lavabos o duchas (tras correcta limpieza), cambiar el agua con frecuencia, utilizar fuentes para mascotas.
- Disminuir el estrés. Este paso quizás sea el más difícil porque en muchas ocasiones desconocemos que lo padecen. Se pueden utilizar sistemas con feromonas apaciguadoras. En estos momentos ha salido al mercado el nuevo Hill's Feline C/D Urinary Stress, especialmente formulado con ingredientes que lo controlan.