viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Qué edad "humana" tienen?

Parecerá algo tonto pero nos hacemos muchas veces esta pregunta. Es verdad, que cada vez humanizamos más a nuestras mascotas, porque son realmente parte de la familia, y por eso intentamos calcular una edad en relación a la nuestra. La idea "1 año perruno = 7 años humanos" no es del todo cierta ya que la estimación de vida es diferente según la raza y el tamaño del animal. Generalmente viven más los perros de razas de pequeño tamaño, de forma que razas como el pastor alemán o el labrador pueden alcanzar los 12 años y por ejemplo el yorkshire los 16. Los gatos también tiene mayor estimación de vida pudiendo calcularles los 16-18 años. De todas formas, gracias a todos nuestros cuidados, estas estimaciones cada vez las alargamos más por lo que nos encontramos con mayor número de animales geriátricos que hace unos años.

En general les consideramos abuelos en torno a los 7-8 años. A partir de esta edad debemos tratarlos y cuidarlos como los ancianos que son. Lo primero es darles una alimentación apropiada para su edad y el desgaste de sus principales órganos, que suele venir etiquetada como variedad senior. Estas variedades van encaminadas a proteger y evitar en parte la degeneración de órganos como el hígado y el riñón (cuidarlos), disminuir la ingestión de grasas de forma que evitemos la obesidad y regular la función intestinal.

Es recomendable realizar al menos un chequeo anual con analítica incluida, donde valorar la función hepática y renal, además de descartar enfermedades habituales en estas edades como Diabetes, Cushing, Hipotiroidismo... En la revisión general también conviene valorar el estado de las piezas dentales porque es muy frecuente el acúmulo de sarro que desemboca en gingivitis e infecciones locales y generales.

Además hay que estar alerta ante la aparición de signos que puedan indicar artrosis y disfunción cognitiva, que aparecen prácticamente en todos los individuos, y que, aunque sin tratamiento curativo, sí podemos disminuir, y por tanto alargar la calidad de vida de nuestros amigos.

Una revisión al año es lo mínimo que podemos hacer por los abueletes de casa y con ella aumentamos su calidad de vida.


jueves, 8 de noviembre de 2012

LA ESTERILIZACIÓN

Tal y como indica la imagen son muchas las razones por las que recomendamos esterilizar a nuestras mascotas. En ella leemos razones principalmente sociales. Es necesario prevenir gestaciones no deseadas, pero también una reproducción no controlada; con ambas observamos un aumento de animales abandonados, animales sin rumbo ni hogar que vagan por las calles en malas condiciones, que pueden terminar sus días provocando accidentes e incluso que son un problema sanitario. También tenemos el problema del celo que, tanto en hembras como en machos, sufrimos. En ellas: sangrado, vocalizaciones, nerviosismo e incluso en ocasiones agresividad; en ellos: marcajes con orina, vocalizaciones, huidas, agresividad.

Pero también existen razones médicas. Con la esterilización (más concretamente con la ovariohisterectomía), en ellas, evitamos la infección uterina y los tumores y quistes ováricos y prevenimos en cierto grado el desarrollo de tumores mamarios. En los machos la orquiectomía además de moderar sus comportamientos sociales ya descritos, evita los tumores testiculares y perianales y previene patologías de próstata. Ambos procedimientos se realizan de forma rutinaria en los centros veterinarios, siempre con la recomendación de estudios prequirúrgicos que confirmen el buen estado del individuo ante la anestesia. Y lógicamente, existen riesgos que hay que asumir por ejemplo la respuesta individual a la anestesia; además de posibles repercusiones postquirúrgicas como la incontinencia urinaria (en bajo porcentaje).

En cuánto a cómo les afecta a ellos podemos asegurar que en la mayor parte de los casos el cambio es positivo: se terminan los efectos negativos de los desequilibrios hormonales, incluso muchos vuelven a la infancia. Sí, hay que tener un ligero cuidado en su alimentación, pero en el mercado prácticamente todas las marcas comerciales cuentan con dietas para animales esterilizados con menor aporte graso. Luego seremos nosotros los que no deberemos excedernos en los "extras" y mantener un tiempo de ejercicio de nuestro amigo (también engordan los no esterilizados).

Y por cierto, olvida las leyendas urbanas como la necesidad de al menos un parto para evitar tumores mamarios o "embarazos psicológicos", el disfrute sexual de los animales, la imposibilidad de actuar como animal de defensa o de caza... No tienen razón científica alguna.
Pienso que hay más efectos positivos que negativos, y sobretodo hablo de la prevención frente a las enfermedades que ya he descrito. ¡Mejor prevenir que luego lamentarse!