jueves, 25 de octubre de 2012

LEISHMANIOSIS

La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo del género Leishmania y que se transmite mediante la picadura de un mosquito del género Phlebotomus, afectando a nuestros animales domésticos (tanto perros como gatos) y animales salvajes.

En los últimos meses se ha informado en distintos medios de comunicación de casos desarrollados en humanos, porque efectivamente se trata de una zoonosis, una enfermedad transmisible al hombre (pero siempre necesariamente mediante dicho mosquito). He aquí, de nuevo, la importancia del control de la sanidad de nuestros amiguitos.

¿Cómo se transmite?
Explicándolo de forma general, se diría que el protozoo tiene un ciclo biológico dividido en dos fases: una se desarrolla en el mosquito y otra en el mamífero u hospedador final. Además la fase del mosquito sólo se realizará en hembras de flebotomo, ya que ellas son las únicas que son hematófagas y necesitan picar a los mamíferos para alimentarse. En ese momento ingieren el parásito, que se transforma y multiplica en su intestino. Posteriormente la hembra del flebotomo picará a otro mamífero transmitiéndole la forma infectiva del parásito. Aquí comienza la respuesta inmune del hosperador. Según la eficacia de ésta se desarrollará o no la enfermedad. Por esto la población de mayor riesgo son los inmunodeprimidos ( enfermedades como VIH o leucemia, inmadurez del sistema inmune o "agotamiento" del mismo). De modo que la principal vía de transmisión es el mosquito (existen casos poco frecuentes de transmisión transplacentaria y mediante transfusión sanguínea).

¿Qué signos clínicos produce?
Son muy variados y afectan a piel, sistema músculo-esquelético, ojos, riñones, hígado, sistemas digestivo y respiratorio. Entre ellos:
           * lesiones cutáneas: dermatitis, alopecia, descamación, hiperqueratosis, heridas de difícil cicatrización, exceso de crecimiento de uñas....
           * pérdida de peso y cojeras.
           * sangrado nasal.
           * lesiones oculares
           * depresión, debilidad, anorexia, intolerancia al ejercicio...
           * signos urinarios, gastrointestinales y respiratorios.

¿Cómo se detecta?
Mediante revisión general del estado del paciente y valoración analítica a través de pruebas laboratoriales específicas.
En caso positivo es muy importante realizar analítica completa tanto para conocer el estado inicial del animal como para utilizarlo de referencia para el tratamiento.

¿Tiene tratamiento?
Sí, tiene tratamiento con el que se recuperan clínicamente, pero no llega a producirse una eliminación completa del parásito por lo que además del tratamiento es muy importante realizar seguimiento por parte del veterinario.
Existen varios protocolos de actuación que elegirá el profesional según el caso concreto. Hay que recordar el papel fundamental que tiene el sistema inmune de cada individuo, por lo que los resultados finales dependerán del propio individuo y el estado de afectación que tenga en un principio.

¿Cómo podemos prevenirlo?
Hasta ahora contábamos sólo con métodos de control para evitar la picadura del mosquito:  - evitar zonas superpobladas.
                 - evitar las horas del día de mayor actividad.
                 - evitar la propia picadura con insecticidas y repelentes.
Ahora contamos también con una vacuna contra esta enfermedad. Una forma de respuesta interna frente a la inoculación del parásito.
Además siempre es recomendable acudir a las Campañas de Detección precoz que suelen realizar todos los profesionales con el objetivo de descubrir el contacto con el parásito antes del desarrollo de la enfermedad.

No lleguemos a esto:

viernes, 19 de octubre de 2012

La desparasitación interna


Como ya comenté es igual de importante que la propia vacunación, ya que el organismo no actuará de la misma forma ni con la misma eficacia en el caso de que ya esté "luchando" contra una parasitosis.


Dentro de los parásitos internos los más conocidos son los parásitos intestinales, y en este grupo además diferenciamos entre "gusanos planos" (cestodos o tenias), "gusanos redondos" o lombrices y protozoos microscópicos (que detectamos por los síntomas que ocasionan). Todos ellos se localizan de forma mayoritaria en el digestivo, ocasionando cuadros típicos como vómitos, diarreas, sangrado... Y ... se contagian a humanos. Pero algunos además migran a otras zonas como por ejemplo el conocido quiste hidatídico, forma parasitaria que se desarrolla en el hombre en órganos tan importantes como hígado o pulmón y que procede de la Taenia echinococcus que suele infectar el digestivo de perros y gatos. Otro ejemplo es la Larva migrans, forma larvaria de algunos nematodos que puede alojarse en piel, córnea... del hombre. Como vereis el problema es que en estos últimos casos el tratamiento médico suele ser quirúrgico. De ahí la importancia de la desparasitación de los animales de compañía, que, además de ocasionarles a ellos problemas, afecta directamente a nuestra propia salud.

Existen otros parásitos internos no intestinales; entre ellos se encuentra la Dirofilaria (o gusano del corazón, que es transmitida por un mosquito y cuyas larvas se desplazan por torrente circulatorio pudiendo originar el taponamiento de grandes vasos) y la ya conocida Leishmania (transmitida por el flebotomo, afecta a órganos internos y produce signos externos principalmente en la piel).

  Debido a la gran variedad de endoparásitos es muy importante seguir el protocolo adecuado para su prevención y control. Así debemos desparasitar como mínimo cada 3 meses en los animales urbanos, y se recomienda realizar un examen coprológico anual. Me repito al comentar que los perros y gatos que por distintas razones no salgan al exterior, también deben seguir un protocolo de prevención ya que nosotros mismos actuamos como vectores de muchos organismos.

La desparasitación es muy importante para ellos pero no olvidar que también para nosotros.

lunes, 8 de octubre de 2012

LA VACUNACIÓN

Comenzando con la prevención el primer paso en el que pensamos es la vacunación. La vacunación es la forma más económica y eficiente de controlar las enfermedades infecciosas que afectan a nuestras mascotas. Entre ellas nos sonaran el moquillo o la parvovirosis caninas, y la leucemia felina; pero hay muchas más que también son importantes tanto para la salud de nuestro amigo como para la nuestra propia. Una vacunación regular y supervisada les hace menos susceptibles de contraer estas enfermedades (asumiendo que existe un bajo índice de fracaso) y por tanto aumenta su esperanza de vida.

Existen distintos planes vacunales que varían según las condiciones de cada individuo: su origen, el lugar que habitará, el estilo de vida que llevará, sus condiciones fisiológicas e inmunológicas... Por esto es habitual que un mismo profesional utilice distinto protocolo en función del individuo que llegue a su consulta, de manera que utilizará el que mejor le proteja.

La intención de la vacuna es provocar una reacción en el individuo, una reacción inmune frente a las enfermedades comentadas. Pero a veces aparecen efectos colaterales que debemos conocer y asumir. Las más habituales son las reacciones no inmunológicas, que abarcan desde una reacción local en el punto de inoculación hasta reacciones sistémicas en las que detectamos letargo, debilidad, aumento de la temperatura o pirexia ... En algunas ocasiones pueden aparecer reacciones inmunológicas o de hipersensibilidad, lo que conocemos como alergias. Tanto unas como otras pueden tener distinto grado de gravedad, y hemos de darnos cuenta de que son individuales y prácticamente impredecibles. Aún así el número de apariciones es pequeño, y la falta de vacunación conlleva consecuencias mucho más graves.

Otra duda planteada es que a medida que van cumpliendo años ¿para qué continuar vacunándolos? Pues precisamente porque según envejecen, su sistema inmune envejece y por tanto se hacen más susceptibles. Lógicamente a esta edad se hace necesaria la vacunación. Así que para obtener una correcta protección debemos dar una dosis de recuerdo anual.

El gato también parece ser un animal que no necesita vacunas porque como muchos viven en piso y no salen jamás a la calle!. Pues en el gato existe también riesgo: hay enfermedades que permanecen latentes desarrollándose en el organismo ante cualquier situación de estrés, nosotros actuamos como vectores de transmisión y además cualquier contacto esporádico con otro animal eleva ese riesgo.

Por tanto me parece fundamental vacunarlos a todos por su bien y por el nuestro, y sobre todo porque si le afectara cualquier enfermedad que podíamos haber evitado no nos lo perdonaríamos.

La vacunación va completamente ligada a la desparasitación interna, ya que ésta es necesaria antes de someter al organismo a una vacuna, para que se enfrente al 100 %. De la desparasitación hablaré el próximo día.

lunes, 1 de octubre de 2012

EL ADIOS !!


Sé que parece un tema tabú del que no queremos hablar y ni siquiera pensar, pero del que yo sí tengo que informar. Coincidiréis conmigo que partiendo del hecho de que su vida es realmente corta en relación a la nuestra, ninguno queremos que llegue ese momento y al pensar en ello nuestro deseo es que fuera simplemente un no despertar: sin sufrimiento y sin decisiones difíciles. Ese ideal se cumple, pero la verdad, no con mucha frecuencia. Lamentablemente en ocasiones tenemos que detener nosotros el sufrimiento y darles así el tratamiento necesario en ese momento. Amarlos hasta el final y darles el mejor descanso posible. Con esto no digo que no sea duro para nosotros pero tenemos que anteponer su calidad de vida a nuestro dolor. Como consuelo, por llamarlo así, sabemos que existe un tratamiento indoloro para él que le sumirá en un profundo sueño. El momento casi no podemos elegirlo pero el lugar sí y mi recomendación es elegir a su veterinario de confianza, que no dudo intentará hacerlo lo más llevadero posible.

"¿Y después?", me preguntáis; pues tenéis varias posibilidades: la incineración colectiva, el entierro y la cremación individual. La opción más elegida es la primera. En cuanto al entierro, aquí en Madrid disponemos de un cementerio de animales situado en Arganda del Rey: El Ultimo Parque. Por último la cremación individual ya es un hecho, y por ejemplo contamos con Cremascota que nos da un servicio excelentemente cuidado con posibilidad de velatorio y recogida de la urna en ese mismo momento o su entrega a domicilio.

Repito que todos estos datos nos dan "repelus" pero por experiencia sé que todos me los solicitais, y precisamente por eso, porque cada uno lo vemos de una forma y tenemos necesidades distintas, quería compartir brevemente las opciones que podemos darle a nuestro amigo especial.

Espero que ese momento esté muy lejano para todos, y mientras tanto disfrutarlos y cuidarlos.

 







Imagenes originales de las instalaciones de Cremascota y El Ultimo Parque.